Cajon d Desastre

Ésta es la primera entrada de mi Blog, lo lógico es escribir una serie de palabras, frases con algún sentido, intentado explicar las razones o sinrazones por las que he decidido dedicar parte de mi tiempo en hacer un cuaderno de bitácora. Este es el tercer blog que abro, de los otros dos, el primero murió por falta de lectores y el segundo permanece congelado porque al crearlo ya tenía fecha de caducidad. Los anteriores nacieron o se concibieron por motivos muy dispares, uno por necesidad de contar una experiencia y el otro como herramienta para poner en común unas acciones. De momento prefiero dejar esos temas apartados, aunque es posible que, si esto sigue adelante, en algún momento vuelva a ello.

Este tercero nace como una necesidad de expresar las cosas que se me pasan por la cabeza, ponerlas negro sobre blanco. Tiene dos objetivos, uno sencillo, que es organizar mis ideas y obligarme a darles forma para lo cual, una buena manera, puede ser escribir sobre ellas. El segundo es un poco más complicado, puesto que no depende de mi si no de la fortuna, de lo bien o mal que lo haga o de no sé muy bien que mecanismos necesarios para que haya gente que entre en el Blog, lo lea y, lo más importante, escriba sus opiniones. No tengo muy claro sobre que voy a escribir, ya expliqué antes que sería sobre las cosas que se me pasasen por la cabeza en cada momento, pero sí me interesa conocer opiniones acerca de lo que escriba, seguramente eso me permitirá perfilar esas ideas y que siempre se enriquecen con aportaciones ajenas. Aunque discuto mucho conmigo mismo es raro si me cuento algo que ya no sepa de antemano. Eso sí, el día que lo hago me sorprendo muy gratamente y acto seguido me tomo la pastilla.

Temas sobre los que probablemente escriba, pues seguro sobre alguna cosita de ciencia, de tecnología, “artes”, política o sociedad, todo desde el desconocimiento y la desvergüenza de tratar cosas sobre las que no tengo ni idea. Pero no tener idea de algo no significa que no se piense en ello. Espero mejorar en los conocimientos que pueda tener y aclarar ideas al intentar organizar mis pensamientos para escribirlos aquí. Sólo me pongo un límite, intentaré que lo que escriba no parezca sacado de una conversación delante de una barra de bar con unas cervecitas en el cuerpo. Al menos que parezca que han surgido sentado en un sillón, en un Pub con música tranquila y tomando un té con limón. Este comentario es personal y ya lo razonaré en otra entrada, si es que se puede razonar apreciaciones de ese estilo.

¿Por qué CAJÓN DESASTRE?, precisamente porque aunque lo inicio como un cajón de sastre, donde cabe todo y de todo, seguramente acabará siendo un desastre porque así soy yo y es mi forma de actuar, hoy empiezo con ganas, mañana a lo mejor ya me he aburrido. Sin rumbo, ni norte, me implico en un cuaderno de bitácora como un  pirata de los de antes, beligerante, audaz, pendenciero y todo lo honrado que puede ser un pirata, eso sí con la brújula en mal estado y hasta las trancas de ron.

Como presentación creo que es suficiente, ahora a ver si empiezo a trabajar las entradas y no me canso a la segunda. Esto de escribir al viento de los mundos virtuales tiene su punto de locura, de momento sólo hay un lector que soy yo mismo y nadie me asegura que eso cambie. Acabaré con una frase rimbombante aunque realmente sentida del amigo René Descartes (siempre que escucho ese apellido pienso si se llega al conocimiento sumando o restando -“descartando”-, ¿es mejor añadir lo esencial o eliminar lo superfluo?).

“Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro”